¿Qué secreto esconden los Stradivarius?

Los violines Stradivarius son los instrumentos más preciados del mundo. 

Stradivarius

Antonio Stradivari (1644-1737), más conocido por Stradivarius, fue un luthier  y constructor artesano italiano que construyó hace aproximadamente 300 años en la ciudad de Cremona, conocida por los famosos constructores que de allí surgieron, instrumentos musicales de cuerda absolutamente únicos y reconocidos mundialmente.

El más inigualable ha sido el violín, llegándose a pagar cantidades inimaginables por uno de ellos. ¿Dónde reside el secreto que hace que su sonido sea excepcional? ¿Poseen alguna característica realmente excepcional que los hace únicos? ¿Por qué ningún otro luthier ha podido conseguir los mismos resultados? ¿La diferencia tan abismal de precio está justificada?

Actualmente, el oído es el mejor instrumento científico para identificar y diferenciar un sonido, pero está realmente condicionado por el cerebro, que hace que los juicios no sean totalmente objetivos. Varios han sido los estudios y artículos que se han centrado en buscar el porqué. El investigador Colin Gogh escribió un artículo al respecto muy documentado con el nombre de "Science and Stradivarius". El autor descarta que exista algún secreto en la composición del barniz, no encontrando ninguna diferencia medible entre los violines de los constructores actuales y los Stradivarius.

Otra de las hipótesis que se barajan es el clima, puesto que la madera que se utilizó para la construcción de estos privilegiados instrumentos (arce y abeto) fue talada de árboles que crecieron en un periodo de frío extremo en Europa conocido como el mínimo de Maunder, que coincide con la parte más fría de la llamada Pequeña Edad de Hielo o Glacial (siglos XIV-XIX). La causa de las bajas temperaturas entre los años 1645 y 1716 fue la actividad mínima del Sol por la casi desaparición de sus manchas solares. Estas bajas temperaturas afectaron al crecimiento de los árboles, haciendo que la distancia entre sus anillos fuera más pequeña y estuvieran más juntos; es decir, una madera mucho más densa de lo normal que haría más fuertes a los violines. 

Antonio Stradivari construyó alrededor de 1200 violines, de los que se conservan aproximadamente 600, 18 violas; y 63 violonchelos de entre 70 y 80 que fabricó. Joshua Bell posee uno de ellos, Gibson ex Huberman (1713) por el que pagó la cantidad de USD 4.000.000, que serían 3.675.135€ 
En este vídeo puedes conocer cómo es la vida de este violinista tan prestigiado y famoso, conociendo todas sus curiosidades y anécdotas. 

A parte de la maestría de su creador y la fórmula de su enigmático barniz, se suma uno de los secretos de la singularidad de su timbre. De todos y cada uno de lo componentes que se han identificado en su especial composición, todavía hay uno que se desconoce por completo. 

Por último, en la película El violín rojo de François Girard se trata, aunque de manera ficticia, la existencia de un violín perfecto que va a ser subastado en Canadá.